365 Tao #61, 31 de Agosto 2012: Pena
Pena
La lluvia dispersa los pétalos del ciruelo;
El llanto mancha la tierra.
Uno sólo puede buscar refugio
Y esperar que aclare.
Cuando viene la pena, su amargura lo empapa todo. Los sabios dicen que la vida es ilusión, ¿pero cambia eso su intensidad? Démonos permiso para estar tristes; es un sentimiento que nos hace humanos. Si ganamos iluminación, entendiendo que toda la vida es un sueño, la tristeza y la felicidad se desvanecerán bastante pronto.
El mayor pesar de la vida es el ser un espectador. Experimentar nuestro propio sufrimiento no es tan difícil como ver a otros sujetos por el poderoso abrazo del destino. Sobrellevar nuestros propios problemas es más fácil porque nos damos cuenta de que siempre podemos ejercer otras opciones -incluso la opción final. Sin embargo, lo que más duele es cuando no podemos hacer nada por los demás. La mayor pena es ver sufrir a los que amamos sin poder hacer nada.
Cuando enfrentemos una situación triste, es mejor no languidecer en ella. Podemos cambiar las cosas estando con diferentes personas, mudándonos a otro lugar, o, si todo lo demás falla, ajustando nuestras propias actitudes para tomar la iniciativa. La tristeza es transitoria, como cualquier otra cosa. Si queremos desviarla, sólo necesitamos alterar su contexto y dejar que sea sumida de vuelta en el Tao.
La meditación de hoy para el hemisferio norte es la #243, Diálogo
La lluvia dispersa los pétalos del ciruelo;
El llanto mancha la tierra.
Uno sólo puede buscar refugio
Y esperar que aclare.
Cuando viene la pena, su amargura lo empapa todo. Los sabios dicen que la vida es ilusión, ¿pero cambia eso su intensidad? Démonos permiso para estar tristes; es un sentimiento que nos hace humanos. Si ganamos iluminación, entendiendo que toda la vida es un sueño, la tristeza y la felicidad se desvanecerán bastante pronto.
El mayor pesar de la vida es el ser un espectador. Experimentar nuestro propio sufrimiento no es tan difícil como ver a otros sujetos por el poderoso abrazo del destino. Sobrellevar nuestros propios problemas es más fácil porque nos damos cuenta de que siempre podemos ejercer otras opciones -incluso la opción final. Sin embargo, lo que más duele es cuando no podemos hacer nada por los demás. La mayor pena es ver sufrir a los que amamos sin poder hacer nada.
Cuando enfrentemos una situación triste, es mejor no languidecer en ella. Podemos cambiar las cosas estando con diferentes personas, mudándonos a otro lugar, o, si todo lo demás falla, ajustando nuestras propias actitudes para tomar la iniciativa. La tristeza es transitoria, como cualquier otra cosa. Si queremos desviarla, sólo necesitamos alterar su contexto y dejar que sea sumida de vuelta en el Tao.
La meditación de hoy para el hemisferio norte es la #243, Diálogo
Comentarios
"Estoy de acuerdo la vida y el mundo son una ilusión y los sentimientos son apegos, pero no es sabio ausentarse de ellos."
Se necesita la felicidad y la tristeza, pero no se puede vasar la vida misma en estos apegos.
contentate con lo que tienes. es la única forma de ganar la batalla a esa forma de dualidad que son la felicidad o tristeza.
Saludos
Coraje para aceptar lo que puedo cambiar
Serenidad para aceptar lo que no puedo cambiar
Una aceptación que puede mover a la acción también... Voluntad
Y una aceptación que te sirve para soltar lo que ya no quieres o necesitas... Desapego
Karin