365 Tao #51, 21 de Agosto 2012: Belleza
Belleza
Rosas lavanda.
Encarnan la fragancia.
Matiz sacerdotal del amanecer,
Se despliega el espíritu.
Incluso en el camino al infierno, las flores pueden hacerte sonreír. Son frágiles, efímeras, fieles a sí mismas. Nadie puede alterar su naturaleza. Cierto, puedes destruirlas fácilmente, pero no ganarás nada a cambio; no puedes forzarlas a someterse a tu voluntad.
Las flores despiertan en nosotros el instinto de protegerlas, de apreciarlas, de resguardarlas. Este mundo es demasiado feo, demasiado violento. Debe haber algo delicado que cuidar. El hacerlo es elevarse sobre lo bestial y avanzar hacia lo refinado. Cuando ofrecemos flores en nuestro altar, estamos ofreciendo un regalo elevado. El dinero es demasiado vulgar, el alimento demasiado prosaico. Sólo las flores son inmaculadas. Al ofrecerlas, ofrecemos pureza.
La ternura de las flores despierta piedad, compasión y comprensión. Si esa belleza es delicada, tanto mejor. La vida misma es efímera. Deberíamos darnos el tiempo para apreciar la belleza en medio de la temporalidad.
La meditación de hoy para el hemisferio norte es la #233, Profetas
Rosas lavanda.
Encarnan la fragancia.
Matiz sacerdotal del amanecer,
Se despliega el espíritu.
Incluso en el camino al infierno, las flores pueden hacerte sonreír. Son frágiles, efímeras, fieles a sí mismas. Nadie puede alterar su naturaleza. Cierto, puedes destruirlas fácilmente, pero no ganarás nada a cambio; no puedes forzarlas a someterse a tu voluntad.
Las flores despiertan en nosotros el instinto de protegerlas, de apreciarlas, de resguardarlas. Este mundo es demasiado feo, demasiado violento. Debe haber algo delicado que cuidar. El hacerlo es elevarse sobre lo bestial y avanzar hacia lo refinado. Cuando ofrecemos flores en nuestro altar, estamos ofreciendo un regalo elevado. El dinero es demasiado vulgar, el alimento demasiado prosaico. Sólo las flores son inmaculadas. Al ofrecerlas, ofrecemos pureza.
La ternura de las flores despierta piedad, compasión y comprensión. Si esa belleza es delicada, tanto mejor. La vida misma es efímera. Deberíamos darnos el tiempo para apreciar la belleza en medio de la temporalidad.
La meditación de hoy para el hemisferio norte es la #233, Profetas
Comentarios
y Juan antonio muchos dicen palabras bellas que nos gustan pero No dejan de ser palabras.
Muchos hablan de paz, bondad, humildad, amor. etc Pero no dejan de ser palabras, por ejemplo si te cansaron las palabras practica la humildad... pero no la busques, por que siempre a estado en todos lados, suprime todo tipo ego y apegos, y la humildad aparecerá y lo mejor disfrútala... El Tao que puede ser expresado, no es el verdadero Tao. Toma tu camino y vívelo Saludos
Un abrazo,
Karin
Karin, una mente que no se comprende a sí misma, que no comprende todo su condicionamiento, que no lo indaga, que no lo ve, es una mente que tiene mucho desorden dentro de sí y, por lo tanto, es una mente muy ruidosa, que por más que emplee técnicas para aquietarse y hacerse silenciosa jamás lo logrará.
Por lo demás, hablamos demasiado, sin comprender nunca que mediante la palabra, la lectura de este o aquel Libro, la filosofía verbal, la enseñanza del gurú, un silencio artificialmente creado, etc., jamás llegaremos a tener una experiencia trascendental-real de la Realidad. La cual no se refiere sólo al "más allá" sino que incluye también todo cuanto es en este mundo, y que no percibimos tal y como es (la Identidad-ahí) porque las puertas de nuestra percepción se encuentran muy sucias. Pero no las aclararemos con palabras, ideas, leyendo el Libro, siguiendo a gurús, creando silencios artificiales, etc. Tal vez sólo podamos hacerlo por el camino que señala Odingc, y del que todos, incluido él, deberíamos hacernos profundamente conscientes. Sólo una mente que indaga su propio desorden muy seriamente, sin juzgar, etc., está en orden, y sólo una mente que está en orden se vuelve una mente silenciosa y abierta a lo que aparece a cada instante, tal y como es, a lo Inmensurable, a todo.
El tema de las palabras y su capacidad de significar realmente es un antiguo problema filosófico. Eso se refleja en la entrada del Tao Te Ching, como bien lo dice Odign "El Tao que puede ser expresado no es el verdadero Tao" sencillamente porque las palabras son demasiado limitadas para representarlo. Y al verdadero Tao lo "sentimos", lo conocemos por la experiencia. Las palabras pueden funcionar como un laberinto y confundirnos en la intelectualidad; pero también pueden ser una ventana a ese significado que no son capaces de contener.
La limitación de las palabras, la subjetividad con que miramos (incluso a nosotros mismos), la vanidad del ego, el apego a deseos y emociones, la falta de humildad... los obstáculos son muchos para lograr la iluminación que nos lleve a la real comprensión de lo uno en el todo.
La mente parlanchina es una de las formas que tiene el ego para hacerse presente. La meditación lo que busca es acallar la mente, para poder conectarse primero con el núcleo del ser y luego con todo lo que es y el vacío. Mi mente parlanchina es uno de mis grandes desafíos, escuchar qué siento más que qué pienso a veces no me es fácil.
Hay que seguir caminando, seguir aprendiendo, seguir meditando, seguir conociéndonos, seguir buscando hacerse uno con el Tao.
Gracias a los dos!
Un abrazo,
Karin
Un abrazo, y muchas gracias por hacerme reflexionar!
Karin